Voces de nuestras egresadas
Nombre: Rocío Conrad
Año de promoción: 2020
“Al transcurrir mis días en el profesorado, me encontré con la figura de Juan Bosco y tuve la gracia de poder conocer su pensamiento. Así, me «reencontré» (valga la redundancia) con creencias y pensamientos que ya tenía sobre la educación y la labor docente. Conocer la obra de este sacerdote, la fe que tenía en sus chicos y en la esperanza y certeza de que «todos tienen un punto accesible al bien» y de que siempre pueden cambiar me hizo sentirme más segura de esta profesión a la que he sido llamada.
Agradezco por haberme cruzado con mis compañeros y por los docentes y por el personal no docente, que nos ayudaron a formarnos con corazón sensible a la realidad que nos rodea”.
Nombre: María Sol Mattar
Año de promoción: 2015
“En el año 2011, acompañada de mi mamá, me acerqué al colegio para averiguar sobre el profesorado. Esa visita fue un “para siempre». Recuerdo que nos recibió Paula Beltramino, con la calidez que caracteriza al profesorado y al colegio en sí y desde ese día supe que allí tenía que estudiar.
Cada docente aportó algo significativo en mi formación; no solo en lo académico sino, principalmente, en lo humano. En primer lugar Laura Terol, desde su lugar como directora y también como profesora, siempre atenta a las necesidades de los alumnos y conociendo cada realidad. Susi y Carlitos con esa dulzura y paciencia que los caracteriza. Lorena Andreucci, Alejandro Alessi y Eliana Giunippero transmitiendo pasión por sus áreas. Y así podría continuar, porque si algo representa a este profesorado es el nivel humano de cada uno de sus integrantes. Eso generó que el sentido de pertenencia haya sido tan fuerte y, en mi caso, disfruté muchísimo los años en la institución.
Cada docente supo guiarme y hacerme entender que nuestros alumnos son el futuro, la semilla del mañana y por eso muchas veces los desvelos pertenecen a esos pensamientos que me invitan a pensar en su educación y en su bienestar, intentando dar desde mi lugar lo mejor y siempre pero siempre educando desde el corazón.
Gracias infinitas María Auxiliadora por haberme regalado el privilegio de cruzarme con personas maravillosas que sin dudas marcaron mi ser docente.